NOTAS

Cosecha propia. Andando por ahí, recojo una a una sonrisas que voy encontrando en mi paseo. Algunas llevan un abrazo con lazo zapatero al cuello y me envuelven con historias que se cuelan en mi cerebro y me reconfortan. Sonrisas que llegan de cualquier lugar, incluso en pobres brisas marinas, sonrisas cómplices y muy valiosas. Miro mi bolsillo y está lleno de ellas y las noto, qué gran cosecha, será una buena siembra? O será que tengo los mejores amigos del universo????

domingo, 12 de enero de 2014

VIEJO LIBRO

Un viejo libro te devuelve los relatos ingenuos que impregnados de nostalgia aguardan impacientes para recuperar la atención de sus lectores, entre pétalos marchitos que se deshacen al tacto como las alas de mariposa, transformándose en polvo caduco de sueños efímeros que el viento arremolina alrededor de tu presente.

lunes, 6 de enero de 2014

LLUVIA







Tan abstraída estaba en la rutina que ni noté que el sueño me invadía. En ese preciso instante sentí, otra vez, aquella punción en el pecho. Descargaba otra tormenta y me llovía por dentro, era una lluvia lenta, de esas que penetran abrazando y se deslizan sobre la piel, limpia, pura y cálida. Me estremecí, porque un día salté con fuerza sobre el agua y me reencontré con mi otro yo…

Soy alguien que se renueva con la lluvia de primavera, soy alguien que se reinventó, o mejor dicho, me obligaron a reinventarme como niña lluvia porque me gustaba más que aquel papel de comedia que ellos querían que viviera y me gustaba escuchar como una voz me susurraba al oído que se podían coleccionar las nubes. La vocecita murmuraba… pasea en globo y recoge nubes…

Llovía ¿por qué siempre llueve en las despedidas? Yo también lloviznaba, en modo primavera, lentamente y mojándome en silencio, seguí andando sin un destino en mente y dejé que fuera él quien me dirigiera, por eso estoy segura que en ese momento manejaba mis hilos para que yo girara en ese desvío y ahí aparqué acompasada y lenta.

Yo no escucho la lluvia yo la siento…


martes, 31 de diciembre de 2013

FELIZ AÑO


Se acaba el año y parece que todos debemos hacer balance del que se acaba y hacer una lista de propósitos para el que llega. Yo simplemente voy a dar las gracias, sí, las gracias no sólo al año sino a todos aquellos que habéis compartido pequeñas cosas conmigo: guiño, abrazo, beso, lágrima… pequeños instantes que he disfrutado junto a vosotros. Soplos de tiempo que no voy a olvidar, me quedo con es


FELIZ AÑO 2014


Así que prepararos porque esta noche toca de nuevo embadurnarse de nervios,  ja ja ja, el estrés empieza ya con la cena, parece una carrera de fórmula 1, la ropa interior de color rojo, algo de oro en la copa de cava, las doce uvas peladas, sin semillas y a punto. Ala, a contarlas tres o cuatro veces porque si me descuento el 2014 se va a tomar viento!!!

¡Leches, las doce menos veinte! Y yo: ¿Queréis venir, que se enfrían las 
gambas? Que esa es otra: te tienes que comer todo lo que está en la 
mesa... ¡antes de las doce!; que, con las prisas, más que pelar gambas, parece 
que estás desactivando una bomba. ¡Mecagüen, las doce menos diez! ¡Mamá, no me da 
tiempo: hazme un bocadillo con el rustido, que en la 1 ya están la Obregón y Ramón García con las uvas en la mano! Y, claro está, no eres el único que está agobiado, ellos están acojonaillos explicando cómo 
funcionarán las campanadas, cuando la aguja pequeña 
esté en las doce y la grande también, serán las doce en punto. ¡Lerdos!, como todas 
las noches! Y entonces bajará la bola y sonarán cuatro cuartos, ¡no 
empiecen a comerse las uvas, ¿eh? Vamos a ver: ¿por qué nos explican
millones de veces que no nos comamos las uvas en los cuartos y no nos explican por
qué narices baja una bola? ¿Pero bueno, qué reloj es ése? ¡¡Las, doce, las doce!! Clic, clic, clic, veeenga que baja la booola ¡!!
Ding-dong... ¡Ah no, que son los cuartos! 
Ding... 
¡Escupe que son los cuartos!

Dong… Ffbrbrbb... ¿qué fon qué?
 
Ding...
 Los cuartos tarugo...
BONG... 
¡Ahora, ahora!

BONG...
¡Una! ¡Que no, que no que vamos por la segunda!
BONG, Ala pues a pares...

BONG...
Seis...
 ¿Enggg, cómo que seis?

BONG...
¡jeje, me ahogo, ffbbfbff! , ¿eh?

BONG...
¡Eh!, ¡que esas son las mías!

BONG...
¡Arrrg la última se me ha caído al suelo!

BONG...
Bgrfds...

BONG...
Bggggdffffff...

BONG...
A mí ya no me quedan...

BONG...
Bgggggdffffff....
¡Pues a mí me sobran tres, toma!

BONG...
Bfgggggggg, grounfffffff...
Y cuando acaban, veeenga todos con la boca llena, a darse
 besos: Feliz año, felicidades, grfdddfd... Y suena el teléfono:
¡riiiiiiiiiing! ¡Pero bueno! ¿Ya están llamando? ¿No se pueden esperar? Pues 
a mí todavía me sobran dos... ¡Cava, que alguien traiga el cava!
Pero, bueno, ¿a vosotros os parece lógico empezar el año así? ¡Qué estrés,
de verdad! Pero como es Nochevieja... tienes la obligación de divertirte.
Así que después te vas a una disco, local o donde quiera que quepan mil
 personas y donde el dueño, fijo ha decidido meter dos mil doscientas. ¡Toma plan lata de sardinas!
 Mil doscientas más de las que caben! Pero claro con el frío que hace a ver quién es el guapo que se queda en la calle. Así que entras. Lo bueno que tiene 
ir a un sitio así es que te puede pasar
 cualquier cosa. A mí el año pasado me ocurrió de todo. Yo estaba tan 
tranquila, tomándome gin tónic de garrafa, cuando de pronto un tío me 
pilla por detrás y me suelta: ¡¡¡¡¡COOOOOOOOONGAAAAA!!!!! Mierda y, claro, ¿qué vas a 
hacer?, pues levantas la pierna y a saltar... ¡Eso te lo hace un tío en el metro y le 
partes la cara! ¡Pero como es
 Nochevieja... ¡Pues ala! Y de repente te das la vuelta y llevas cincuenta 
personas enganchadas a ti. ¡A ver como te escabulles de ésta! Porque una 
conga es como una secta: entrar es muy fácil pero salir es muy jodido.
 Porque en el garito hay como diez congas saltando a toda pastilla... Bueno, 
pues iba yo conduciendo mi conga... por mi derecha, cuando, de pronto, me 
veo venir en dirección contraria una conga suicida conducida por un tipo dos por dos bajo una peluca de travesti, y como luces no podía hacerle, para evitar el choque frontal,
 doy un volantazo brusco a la derecha... ¡Y me tragué entera una columna gótica! ¡Siniestro total! Tres estirados en el suelo y el resto partiéndose.
Me voy a urgencias y miro hacia atrás y algunos todavía no se habían desenganchado; habían venido corriendo 
detrás mío. Bueno, las urgencias en Nochevieja, hay
 que vivirlas. Si, en la sala caben cincuenta personas, el dueño ha metido a 
ciento cincuenta... Como el de la discoteca. Y como allí también es 
Nochevieja, el camillero lleva un gorrito de papa Noel, la enfermera un collar de
 flores y el que te cose la ceja una máscara de Frankestein, ¡eso da
 una confianza...! Y no te suelta el tío: ¿Qué ha sido? ¿una moto? No, no una conga, si es que van como locos.

jueves, 19 de diciembre de 2013

ESPIRITU DE LA NAVIDAD













Bueno chicos, realmente para estas fechas habían salido dos escritos y el del martes fue el que decidí que iba a publicar, pero como los dos me gustaban mucho hoy he decidido compartir también éste. Algunos ya habéis comentado el anterior y quiero deciros que estoy encantada con vuestras palabras, gracias por seguir en este mi pequeño rincón...



Soy optimista y soñadora, a veces podría rozar el ridículo racionalmente hablando. Y no, no siempre las cosas salen como esperas, ni todos los sueños son realizables, ni con solo desear algo se cumple. Porque aunque este año me ha puesto unas cuantas zancadillas pienso seguir soñando, creyendo y siendo optimista.

Y si hay algo que me ayuda a ser así es la gente maravillosa con la que me cruzo en la vida. Mientras crea en los abrazos, creeré en todo, si, en todo, porque yo creo en el espíritu de la Navidad que hace que la gente se llene de paz y felicidad, creo y celebro los reencuentros y los actos de generosidad y entrega, que sí parece que en estos días fluyen con más fuerza que nunca. Esa es la parte que me gusta y me emociona. Veo a la gente enviándose regalos, muestras de cariño, abrazos... gente que viaja a reencontrarse con los suyos... y es tan hermoso!

Por eso me quedo con la ilusión y con la cara de los míos ayudándome a llevar un pedacito de espíritu navideño a cualquiera que nos rodee. 

Así que eso os regalo: un pedacito de espíritu de la Navidad porque a todos nos gusta la magia!!!


martes, 17 de diciembre de 2013

SED FELICES QUE LA VIDA ES BREVE








Se me quedó corto el verano para bañarme de luz de luna y dejarme llevar por sus mareas. Se nos quedaron excursiones por hacer, rincones por descubrir, bares por beber y paseos por dar. Se nos acabó el tiempo de los despertares tardíos y los anocheceres interminables. Faltaron mercadillos por abordar y torres a las que subir. Se nos quedaron cenas de estrellas en el tintero. Se nos acabó antes de tiempo la luz tenue de los atardeceres a los pies de las olas.
Llegó el otoño y se nos quedó corto de tiempo para tantos proyectos. Cuando me había empapado de verde se me volvió el mundo rojo, cuando el rojo me invadió me llené de amarillo y ocre, pero entonces tuvimos que aprender a mirar al suelo y pasear sobre un manto de hojas secas. Se me quedó corto el aroma a humedad y castañas. Me faltaron días en los que amanecíamos asomados a la ventana entre la niebla. Se me pasó en un suspiro mi cara en tu pecho buscando calor. Me faltaron más momentos mantita, chimeneas que crujen y desayunos en el frío de la terraza. Nos dejamos películas en blanco y negro sin ver. Libros por leer, cuentos por escribir, lienzos que pintar, fotos por hacer, canciones por cantar, esculturas por tallar. Porque se nos acabó el otoño sin apenas darnos cuenta.
Llega el invierno y nos llenamos de blanco. El frío de nuestros alientos se funden bajo esa lluvia persistente de las noches largas y los días cortos. Susurramos tiritando planeando los días. El cielo de la ciudad se llena de bombillas. La Navidad ya acecha, y los niños sueñan con bicicletas y juegos. Llegan las tardes caseras, los planes de vida, el repaso mental a lo que hicimos y dejamos por hacer y soñamos como niños. Llega el invierno y avanza. Avanza la vida. Y al mirarnos a los ojos se nos escapa a la vez (como tantas otras veces) las mismas palabras: "la vida es breve"


Y yo, con tu cara entre mis manos, te digo en bajito: "cada postal, cada foto, de aquello que hicimos nos recordará que la vida aún está llena de cosas por hacer"
Y se llenó la casa de luces de colores ...

Llegarán las doce de la noche, del día 24. La casa estará llena de voces, de risas, los mayores felices, con una copa de vino en la mano, comentaremos la cena, los planes para estas fechas, la felicidad que flota en el aire, y sonreiremos al ver a los niños y los no tan niños corretear por la casa. Y aunque este año ya saben que Papa Noel, él justamente no va a venir, ellos ajenos a todo, se asomarán con cierto temor a las balcones, por si en cualquier momento, un trineo tirado por renos procedente de Laponia, surca el cielo y se posa en el tejado.

Por fin, se oirá que alguien llama al timbre de casa, como cada año Lucas me tomará la mano para que le acompañe, abriremos la puerta, este año él delante y con cara de admiración verá los dos grandes sacos rojos esperando en la puerta, llenos de paquetes y este año ni rastro del señor de rojo, tenía prisa, ja ja ja. Gritos de alegría, arrastrarán los sacos y los más pequeños repartirán los regalos emocionados.

Qué queréis que os diga, me gusta la Navidad, recuerdo las Navidades de mi infancia como un tiempo muy feliz junto a mis padres, mi hermano, familia y amigos.

Creo que a cada edad se vive de manera distinta. Cuando era pequeña mi casa se adornaba completamente, por eso hoy por hoy en la mía no falta detalle, árbol, belén, luces interiores y exteriores.

Podría parecer ñoño o incluso que no están de moda las fiestas, generalmente ahora se oye:  "a ver si llega el 6 de enero y se acaban”, pues recordaré a personas que he amado, que han sido muy importantes en mi vida y que ahora no están, pero a la vez me sentiré dichosa porque otras nuevas han llegado y se han instalado en mi día a día.

Me acostaré tarde, me levantaré temprano y haciendo ya una lista para el próximo año echaré la vista atrás, haré repaso a todo lo que ha sucedido este año que se va y posiblemente me preguntaré porqué a mí y alguna lágrima se me escapará a causa de la impotencia y/o el desengaño, pero los sueños siguen y las ganas de vivir también.

Con todo mi cariño, Feliz Navidad a todos!!!!!

Deseo que seáis muy felices, que la vida es breve ¿vale?


domingo, 10 de noviembre de 2013

Rose




Sentada y con las piernas cruzadas se observaba sus manos con el cerebro espeso…
- Eh, venga, no me jodáis, yo sólo quería enseñarle un poco lo que es la vida, abrirle la puerta a la realidad del mundo.
- Rose, era menor.
- Por eso agente. ¿Qué hay más salvaje que abrirle los ojos a un chaval adolescente de mirada imprudente? No me digáis que no os molan las vírgenes de cara angelical de los burdeles caros. Vamos hombre, vaya unos para darme el sermón dominical. ¡Qué queréis! Aquí sólo vienen individuos que han dejado a sus esposas en casa, cubriéndose las espaldas bajo su disfraz y rehuyendo entre las esquinas para no ser vistos.
En la calle una niebla espesa cubría la calle y ni los colgados hacían su ronda. Esa noche el local apenas no había más de seis o siete clientes. El humo formaba nubes densas entre los reservados y de fondo llegaba la voz de Bob Dylan, cantando Blowin in the wind.
Apoyada en la barra, Rose deambulaba con la vista sobre las caras conocidas. No había trabajo. En una mano una copa, en la otra un cigarro y en su boca una mueca de carmín rosa que jugaba a formar círculos de humo. Un escalofrío la advirtió de la llegada de alguien nuevo. Se giró, coqueta e indiscreta, y observó divertida al recién llegado.
No tiene más de 17 años y su aspecto le recuerda a un niño perdido buscando nervioso a su madre en mitad de la calle repleta de gente. Sonríe, con una mezcla de ternura y perversión en su mirada y pide dos copas al barman.
- No tiene edad Rose - protesta el gordo de John.
- Calla la boca gordo y pon esas dos copas de una puñetera vez. Voy a soñar un rato John. Hoy cuelgo el cartel de no molesten y si se deja, se lo hago gratis.
Apagó el cigarrillo de mala manera y con una copa en cada mano avanzó decidida hacia aquel chavalín, que sin moverse, aún intentaba acostumbrar la vista a la oscuridad.
- ¿Te gusta Bob Dylan? - preguntó ella.
- No sabría vivir sin él - respondió él.
- ¿Y viajar?
- Aún estoy buscando mi lugar en el mundo.
- Pues estás de suerte chaval. Lo acabas de encontrar, toma bebe…
- Rose, tú sabías que era menor.
- Agente ... usted habría pagado el triple si aquella noche la putita hubiera tenido dos años menos, así que no me joda. El chaval tiraba bien y aprendió la mejor lección de su vida. Aprendió a viajar.
- Joder rubia. Desde que escribes novelas de amor no hay quien pueda contigo. Pero era menor ... a ver si convences al sargento con tu labia.
Desde la calle llega el sonido de los coches entre la lluvia, una sirena, el chirrido seco de alguien que abre un bar, voces de maderos empezando su ronda. La ciudad comienza a amanecer y en la comisaria, una mujer canta Father and Son…