Cuando se subió al coche aún retumbaba en su cabeza la noticia, la puñetera noticia, otra vez el maldito cáncer, la punzada de dolor en su pecho, el sudor frío, la cara de su madre, la sonrisa forzada de su padre: - todo irá bien cielo. El portazo al sentarse al volante. Barcelona estaba especialmente ruidosa ese día. Bocinas, sirenas de ambulancias, gritos, ese día todo se amplificaba.
Subió el volumen de la radio con la esperanza de que la voz áspera de Johnny Cash amortiguara el martilleo de la ciudad y con las gafas de sol puestas pisó a fondo el acelerador, necesitaba eclipsarse y sabía dónde.
Mientras conducía por la autovía, sentía las punzadas en sus sienes y en los poros de su piel. Se mordía los labios y le sudaban las manos, le escocían los ojos… Reconocía los síntomas, iba a explotar en cualquier momento y aún le faltaban unos cuantos kilómetros para llegar.
Empezó a aflojar la tensión en cuanto tomó el desvío, sus manos empezaron a despegarse del volante, su cuerpo fue adaptándose al contorno del asiento y bajó la ventanilla. Hacía frío y volvió a subir el volumen de la radio, Ayo cantaba a gritos sobre la vida: "life is real" ...
Dejó el coche frente a la verja y sin fijarse mucho en si estorbaba o no, la abrió y empezó a andar con la mirada distraída al frente, soñó en sus paseos infantiles, acompañada por su padre, por su madre y a medida que avanzaban sus pasos, se fue encogiendo, alargó sus brazos y se abrazó con fuerza, como cuando era pequeña y se dio cuenta que estaba llorando. Sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas, continuaban por su cuello y se estrellaban en el suelo. Cogía aire con fuerza y lo soltaba en sollozos, su cabeza escondida en su propio pecho, los pasos cada vez más lentos y sin fuerzas se dejó caer de rodillas sobre la tierra.
Empezó a caer la noche.
Ya no lloraba, ya no pensaba, sólo sentía la tierra húmeda entre sus dedos, se riñó por su fragilidad y se secó las lágrimas con la manga…
Y con los pequeños sonidos que cubrieron el silencio del bosque se sintió bestia y niña a la vez.
Sad eyes… never again
Papá va por ti, ya pronto en casa.