Un motivo me ha empujado a
escribir sobre poesía. Tengo un gran amigo, que hace unos años era el que me sugería,
me aconsejaba, nos enzarzábamos a hablar de libros y lo mejor de todo me los
vendía. Jose Manuel era, es esa figura que se ha perdido y que los enamorados
de las letras añoramos porque ha ido desapareciendo. Hay quien le gusta pasear
por unos grandes almacenes y hay quien andar entre librerías es su mayor
pasión. Para entendernos, Jose en esa época hizo de esa pasión su profesión.
¿Cuál fue mi más grata sorpresa, meses después? Pues descubrir que tenía un
don, si, si, un gran don, la poesía, qué sensibilidad y cuánta belleza en sus
versos.
Me envió unos, otros los
compartió, de ayer y de hoy... Verdaderamente nunca he sido una entendida, la
realidad es que algún libro que otro había caído en mis manos, pero quizás no
para tener un criterio como el que puede tener alguien que hace años que se
deleita con ella. Pero estoy emocionada, por él, otra vez, sin saberlo me ha
enganchado a otro tipo de lectura y es brutal.
Tiene grandes poemas románticos
se abre con ese yo que es el resumen de toda la subjetividad, intimismo que si
algún día se ven publicados abrirán la puerta a todo un mundo aparte que
aportará otro movimiento a la literatura. El yo romántico está por encima del
mundo, se eleva por encima de las miserias cotidianas, su don, la palabra, el
poder conceder nombres a la realidad, la poesía. Por eso ahora soy consciente
de su poder, ese gran poder, ese himno gigante y mágico y que el romántico es
más irracional que lógico. Jose es un ser especial, alguien tocado por las
musas, un intermediario entre el mundo de las ideas y de los dioses y el ser
humano. Estos dos poemas, para mí, son la quintaesencia del romanticismo y
quiero compartirlos en éste, mi pequeño rincón.
UN SUSPIRO
Tan solo un suspiro…
La caricia de la
brisa
sobre tus rubios
cabellos;
el suave aroma de una
flor
arrancada de la
madre-tierra,
condenada a ser vida
marchita;
el rizo salvaje de
una ola
antes de perecer
contra las rocas;
o, tan solo, el pulso
de tu placer
latiendo junto a mis
oídos…
tan solo un suspiro,
una lágrima yerta en
la arena,
todavía caliente de
nuestro ayer.
AL OTRO DÍA
Tu olor entre mis
dedos,
ese sabor a ti en mis
labios,
un desafío al
recuerdo,
o el deseo de creer
que ayer
fue tan solo un mal
sueño.
(Jose Manuel Moraga)
(Jose Manuel Moraga)
Como la música, en ocasiones, es pura poesía os aconsejo
que os deleitéis con la lectura y la acompañéis con la voz de Damien Rice, un
trovador.