No se os olvide ir pidiendo deseos para el próximo año
Aquí os dejo una canción, cómo no navideña, de Rascal Flatts "I'll be home for Christmas", como alguien dijo los Andy y Lucas americanos.
La entrada de hoy debía ser una felicitació de Navidad, pero no ha salido nada parecido, cuidado que tengo excusa, estoy escribiendo el regalo de navidad para un amigo, y como siempre voy a última hora... Ya se sabe, la inspiración llega cuando llega.
El regalo no es nada más y ni nada menos que un cuento, que no es lo que mejor se me da, o sí, depende de quien lo lea claro. Desde mi punto de vista no son lo mío, y no te digo si son para niños, aún peor. No se darle vida a una cigarra ni que me lo proponga.
Vamos, a lo que íbamos, la historia que saltó a mi cabeza, y no por exigencia de las fechas, ha salido finalmente navideña y cuento. O cuento o nada vamos. La escribo tal y como la contaría y así enrosco un poco el cerebro, que de vez en cuando exigirse algo que cuesta es bueno.
Si le gustará o no, no lo se, quizás no, pero soy una mandada de los elfos, y a esa petición no me puedo negar. ¿Qué narices cenará el Elfo para que se le haya ocurrido pedírmelo a mi? Sea un yogur, o sopa con fideos, no me lo va a decir. Ups, ya me estoy enrollando como una persiana y pierdo el hilo. A ver, la historia salió así sin más hace unos días, vino a mí por primera vez hará unos quince días y me pilló en la inopia, recogida en el sofá del salón de mi casa…
Nos presentamos, ella (la historia) y yo, nos gustamos, amor a primera vista, será la química. Solo enamorarme de ella, pensé no, no, ésta no, por ser demasiado fantástica y por la cara que hacía ella creo que yo tampoco la convencí demasiado, las pintas en el sofá, me imagino, pero estábamos cara a cara y no había más tu tía.
Vale, vale, la primera vez siempre puede ser un poco extraña, pero la historia, me va a perdonar, tenía una pinta de Pitufo disfrazado de Batman que no te quiero contar. ¿Se puede saber qué pretendía que hiciera yo con eso? Pues nada a observarla y a hablar con ella, que eso, a las historias, os lo digo por experiencia les encanta, son un poco egocéntricas.
Lo primero que hice fue quitarle el disfraz de macarra, eso iba bien, pero a medida que escribía parecía que le estaba poniendo la cara del Sr. Elfo, será entrometido ¡! y aún no se muy bien cómo, hubo un momento que…, la madre que me matriculó, ahora parecía un dinosaurio, Genial ¡! Ahora si que parece un cuento, será que estoy superando la prueba.
Oye, oye, que en ese momento se presenta el Elfo y me suelta creo que me he equivocado, lo que está saliendo no es precisamente lo que yo pensaba. Y ahí sale Ana la guerrillera: - escucha enano cabezón, si tanto me conoces, qué esperabas ¡! Soy libre y escribo lo que me da la real gana. Y no hace otra cosa que ponerse a reír y me suelta: - a ver bonita ¿no querías ser la mejor novelista del mundo? Toma, la primera en la frente.
Pues nada chicos que aquí sigo, con el Elfo sentado en mis pies, escribiendo el cuento, que no leyenda, porque ya nadie cree en ellas y ahora debemos darle forma para el lector actual, y así complicarme más las cosas.
Pero con perdón, manda leches el Elfo y el puñetero regalo a mi amigo ¿No podría haber pedido un par de calcetines como todo hijo de vecino?
Ahora sí, Feliz Navidad a todos, que seáis muy felices !!!!