Entro en el local, con la
guitarra en la mano, aún encogida por el frío, levanto la vista, siempre las
mismas caras con los ojos caídos mirando sus copas a medio beber, la penumbra
inunda el local, y en cada mesa una vela, delante, una cara delicadamente iluminada
por la llama. Todas miran el vaso que tienen entre sus manos. Incluso el camarero,
tras la barra, un chaval tatuado hasta las cejas, también mira al vaso, o para
limpiarlo o para llenarlo. Hoy llego tarde los otros cantantes ya han vuelto a
sus casas, no les culpo, nadie les escucha, nadie los aprecia, pero… quizás
tampoco lo merecen, incluso ellos cantan con los ojos caídos, con la mirada
triste. Aunque hoy no, hoy esa joven pecosa que solo lleva su guitarra, no
mantendrá los ojos caídos, qué pena… Es mejor que el resto, merece la pena
escucharla...quizás porque levanta su mirada orgullosa, no le importa enseñar
su tristeza.
Angus And Julia Stone - All Of Me