NOTAS

Cosecha propia. Andando por ahí, recojo una a una sonrisas que voy encontrando en mi paseo. Algunas llevan un abrazo con lazo zapatero al cuello y me envuelven con historias que se cuelan en mi cerebro y me reconfortan. Sonrisas que llegan de cualquier lugar, incluso en pobres brisas marinas, sonrisas cómplices y muy valiosas. Miro mi bolsillo y está lleno de ellas y las noto, qué gran cosecha, será una buena siembra? O será que tengo los mejores amigos del universo????

martes, 2 de julio de 2013

PIEL MULATA






Como cada día ella salía al encuentro de las calles, por eso cuando apenas hacía unos minutos que el sol había aparecido se ponía un vaquero gastado, una camiseta cualquiera, un cinturón en la cadera, se subía a unas botas bien altas y dejaba caer su pelo rizado sobre los hombros.

Recorría los callejones con olor a sofrito y clausura, a puertas cerradas y humedad. Ella lo abrigaba con su perfume a lavanda y la soledad de esos pasillos parecían florecer a borbotones.

Le importaban entre poco y nada las miradas de las vecinas del pueblo y las incisiones que esos ojos querían provocar, ya estaba acostumbrada. Ella extremaba y cacareaba sus movimientos hasta su destino y pasaba sumida en su mundo, tarareando alguna cancioncilla.

Alguna de las que cantaba su madre lavando al sol, cuando aún los días los contaba para ir al colegio, esa tierra abarrotada de hojas de tabaco y pequeñas casas gastadas, donde aún sus gentes amaban el sol de las mañanas y sus mujeres no conocían lo que eran las calles perdidas y desiertas de flores.

Ella y su piel cubana, desdibujaban las tristezas ajenas a su paso al son de sus canciones.