NOTAS

Cosecha propia. Andando por ahí, recojo una a una sonrisas que voy encontrando en mi paseo. Algunas llevan un abrazo con lazo zapatero al cuello y me envuelven con historias que se cuelan en mi cerebro y me reconfortan. Sonrisas que llegan de cualquier lugar, incluso en pobres brisas marinas, sonrisas cómplices y muy valiosas. Miro mi bolsillo y está lleno de ellas y las noto, qué gran cosecha, será una buena siembra? O será que tengo los mejores amigos del universo????

lunes, 22 de julio de 2013

A CADA UNO LO SUYO



NEEDTOBREATHE - DRIVE ALL NIGHT



Tengo un amigo que es músico, lo toca todo el piano, el bajo, amante del blues, del jazz, del Indie, está en un par de grupos, de esos un poco progres, que sólo se relacionan en círculos bohemios, vamos “la creme de la creme” de la intelectualidad. No voy a negar que me río mucho con él, porque aunque yo sólo pincho en un bar musical, él a la que se pone a hablar de música, frunce el ceño y se pone intelectual, sus hombros se alinean perfectamente paralelos al suelo y erudito él, empieza a explicar con todo tipo de palabras técnicas; me explica en qué tono ha compuesto la canción, el compás, la corchea, la semicorchea …

Y claro está, él espera de mi que le conteste, que converse con él, pero yo no pruebo de adornar mis limitaciones de mi casi nula formación musical, yo le respondo: - es bonita, no me gusta, me sugiere buen rollito, pasión, rabia, tristeza, placidez… - o incluso – Me suena a Éste, o al Otro, es una prueba porque yo de músico sé lo que escucho o he escuchado durante años, un poco a la aventura, y si mi gustan repito y sino pues no la escucho más.

- Tú eres músico – me dice y esbozo una mueca.
- Einggg? – le pregunto.

Estamos en una terraza hablando de música, él en el sentido explícito de la palabra y yo más en el elíptico. Sostiene una cerveza en la mano y una aceituna en la otra.

- Entiendes de música y deberías quizás empaparte más en el terreno teórico y técnico. – traga casi sin masticar, esperando, a que yo le de la razón.

- Creo que hay que tener orejas de cemento para no aflojar los sentidos ante determinados temas.

Él quiere que yo aprenda de música, yo quiero seguir escuchando música, sin analizarla ni destriparla, quiero seguir manteniendo el misterio y el encantamiento que hace que unas simples notas, me agiten enterita.

Él insiste: - pero la entenderías mejor!!!

Contraataque: - Vale, ¿te llevo al Museo del Louvre y te explico “la coronación de Napoleón”, los Tiziano, los pintores belgas? ¡Venga! Y luego, antes de tu concierto me das una “Master Class” sobre lo que voy a escuchar, con fusas incluidas. ¡Qué! ¿te decides?

- Ja, ja, ja, Ana no tienes remedio, paso, paso. Que te pones a hablar de armonías, tendencias, colores y mitologías griegas y me desgracias la visión.


- Pues eso, a cada uno lo suyo bonito.

Hacer travesuras que es más divertido !!