NOTAS

Cosecha propia. Andando por ahí, recojo una a una sonrisas que voy encontrando en mi paseo. Algunas llevan un abrazo con lazo zapatero al cuello y me envuelven con historias que se cuelan en mi cerebro y me reconfortan. Sonrisas que llegan de cualquier lugar, incluso en pobres brisas marinas, sonrisas cómplices y muy valiosas. Miro mi bolsillo y está lleno de ellas y las noto, qué gran cosecha, será una buena siembra? O será que tengo los mejores amigos del universo????

lunes, 10 de septiembre de 2012

UN ANTES Y UN DESPUÉS


Se acabó el Kit Kat. Pues bien, aterrizada ya después de unos días de vacaciones reinicio mi Tam Tam personal. Lo curioso de estos días ha sido que escribiendo, escribiendo han salido todo tipo de cosas, que irán cayendo por aquí, pero lo que un día salió sin más fue esto, un antes y un después. Todo tiene su explicación, tengo una gran amiga que su verano ha sido un desastre, una agonía ver como su madre empeoraba día a día, se ha tenido que acostumbrar a oír: mejorar no va a mejorar, que siga igual un milagro (manda leches) y empeorar seguro, no le queda mucho, así que después de escucharla cómo, con todo tipo de detalles, ha hablado de ella y curiosamente no del presente sino de su juventud, de cómo ha sido su vida, de que era una romántica empedernida y eso sin regocijarse en su irremediable enfermedad, surgió en mi cabeza una vida cualquiera, una vida más… en la ciudad preferida de su hija, va por ti Neli.
A medida que pasan los años, todos deseamos estar rodeados de aquellos que nos aman, que nos quieren de verdad y  la madre de Neli ha tenido y tiene amor a raudales, atenciones infinitas y tu sin demostrar nunca el cansancio.

¿Todo empezó así? ¿O no?

Abrí la puerta y solté la maleta, tiré el bolso sobre la cama y me dejé caer sobre la otra, con los brazos abiertos en un gesto que creo que hacemos casi todos los humanos cuando entramos por primera vez a la habitación de un hotel.
Clavé la mirada en el techo y me fui abandonando a un sin dormir que no me dejaba ni parpadear, froté mis pies y me desprendí de los zapatos y sin cambiar de postura mantuve una sensación de bienestar, de paz, de mi propio olor y me dejé apoderar por el sopor, segundos o minutos pasaron hasta que decidí incorporarme y me quedé sentada sobre la cama. No tenía la entrevista con el editor hasta la cena.


El taxi nos acerca al Hotel, aquel que me dio la oportunidad de conocerte, luce un sol espléndido y bajo del coche con inseguridad, me alargas la mano para ayudarme, me duelen los huesos, aún no me he acostumbrado que debas hacerlo tan a menudo, me dedicas una sonrisa a modo de ven pequeña y te devuelvo la mía. Mecánicamente logro que mis piernas se pongan en marcha, moviéndolas poco a poco, logro salir y andar con inseguridad, recuerdo mis traspiés y tu lo intuyes, me coges aún más fuerte.
Parece que no hayan pasado los años, alguna lámpara y una mano de pintura más actual, pero todo sigue igual, nos acercamos al ascensor, piso segundo, aún apoyada en ti entramos en la habitación. Doy por imposible lanzarme sobre la cama...


Bajé al restaurante, bonito y sin grandes lujos, me senté en la mesa junto a la terraza y abrí mi libreta de apuntes garabateando algunas líneas que me danzaban en la cabeza desde hacía un rato. Al principio no te vi, te acercaste tu y te presentaste. – ¿señorita Helena? Soy Luca Ambroggio de la revista Messura, - ¡Ah! si soy yo Helena, Helena Ponce, encantada, me levanté y te di la mano. Estuvimos hablando de la revista, del artículo que estaba escribiendo, el primer borrador te había encantado y te interesaste por otro posible artículo para la próxima edición, cuando ya habíamos acabado el café me propusiste enseñarme Roma…


Me pongo frente al espejo, no me he acostumbrado a que mis piernas se hayan arqueado, mis manos no respondan igual y mi mente sea cada vez más lenta, puñetera enfermedad, pero debo apresurarme si quiero arreglarme a tiempo. Tengo el vestido preparado y los zapatos junto a la cama, me visto lentamente y con cuidado, levanto la mirada para ver el resultado… ahí veo a Luca tras de mi mirándome. - ¿Te acuerdas? – le pregunto – Si, cómo voy a olvidarlo, todos y cada uno de los detalles me lo recuerdan, cuántos años y cuántas ilusiones.
Sonrío aunque se que muchas de ellas no se cumplirán, pero muchas otras si se han cumplido, con eso me quedo. – Toma Helena – y me acerca una caja de color marfil con un gran lazo color burdeos, apresuradamente la abro y veo un precioso vestido azul celeste, se me dibuja una sonrisa cubrirá mejor mis torpes piernas, noto la emoción e intento disimularla, me he vuelto de lágrima fácil y pasan imágenes de cuando le conocí por mi cabeza como si de una película antigua se tratara…

 
Me pierdo por Roma, sus calles, sus historias, sus gentes y Luca… no logro entender qué es lo que estás despertando en mi pero eres como un libro lleno de historias a todo color, me paseas por todos los rincones de la ciudad.  Después de pasear por la fabulosa piazza Navonna nos acercamos a una cafetería. A simple vista no tiene nada de particular, un cartel simple donde pone café Sant’ Eustachio – aquí saborearás el mejor café del mundo, fíjate que el encargado de la máquina de café está de espaldas al público – me dijo Luca, - hasta 4.000 cafés al día se preparan. Al entrar en la pequeña plaza de la Fontana di Trevi me da un vuelco el corazón cuánta belleza, la fuente de los cuatro ríos, demostración de rivalidad entre dos artistas Borromini y Bernini, me explicaste que parece ser que el último temía que se derrumbara su obra ya que Borromini había construido la Iglesia Sant’Agnese in Agone justo en frente y la figura que representa a uno de los ríos alza la mano protegiéndose, cuánta ironía…




Luca ha reservado la mesa junto a la terraza, bajamos pronto con mis puñeteros movimientos pausados, debo tomarme mi tiempo. La cena ha sigo exquisita y el vino delicioso, ¡cómo no! no hemos parado de hablar, de la revista, de los paseos por la ciudad, Luca dejó Roma por mi - jamás me arrepentiré de dejar esta ciudad, cuando amas tus orígenes nunca dejas de llevarlos contigo y la recompensa valía la pena, no lo dudé ni un momento. Nos hemos reído y nos hemos atropellado, yo más que él, apuntando alguna anécdota. Coges mi mano entre las tuyas, qué afortunada soy.

Parece que nos conocemos de toda la vida, me gusta y siento cosquillas cada vez que me miras a los ojos. La noche antes de irme decidimos cenar en la misma mesa del rincón y tras recordar la ruta turística de la ciudad de la plata me rozas la mano… una descarga me recorre todo el cuerpo y respondo a tu gesto dándote la mía, a partir de ahí una vida…


Han mermado mis movimientos pero Luca sabe cómo y cuando sacar un conejo de una chistera, sabe adaptarse y hace sentirme la mujer más bella del mundo, ayuda a quitarme el magnífico vestido nuevo y acostados uno junto al otro nos dejamos llevar por los recuerdos de Roma que permanecerán en nuestra memoria…


Neli tu madre es muy afortunada por estar acompañada de los suyos, que a pesar de su enfermedad le han dado la mano para acompañarla, deja buenos y grandes recuerdos…

lunes, 6 de agosto de 2012

A MEDIA PERSIANA POR VACACIONES



WEEZER - Island in the Sun (Spike Jonze Version)


Queridos amigos todos

A partir de ahora y durante las próximas semanas me vais a perdonar la ausencia o los pocos los escritos que subiré. Seguiré borroneando y escribiendo pero por desconexión física y mental no tendré la oportunidad de subirlo todo a mi pequeñito rincón, a la vuelta cuando conecte de nuevo os cuento. Me llevaré páginas en blanco esperando impacientes al duelo de blanco contra blanco, con un lápiz como testigo presencial. Y como hasta ahora no me había dirigido directamente a todos, poquitos pero intensos amigos, os envío cuatro líneas de Kit Kat y cómo no llenas de colores.

Narices llegó la primavera y el blog, narices que llega y a mi me pilla hibernado, me pasa siempre y debo sacarme de encima esa resaca corporal, pero sin grandes esfuerzos me primavero rápidamente, los días se alargan y las horas cada vez se hacen más cortas, pronto las vacaciones y yo sigo leyendo, apuntando y desplegando esa historia que vive conmigo en un escondrijo, cada detalle es una posibilidad y cada idea un nuevo hilo conductor de “La luz inventó los colores”. Ay chicos, tengo tanto que explicar, relatar, que vivir que no encontré tiempo para escribiros cartas a vosotros, pero este impás veraniego es una buena excusa.

Sois de gran ayuda, gracias por oírme, escucharme, y leerme, sed felices e impregnaros del sol, no dejéis que el frío del invierno os enfríe aún queda mucho para que llegue, mantened la transparencia infantil, sin pensar y sin prejuicios, tal cual, aprovechad estos días y abrid la ventana, cocinad para dejar que el olor a arroz inunde el paisaje, un delicioso aroma que conquistará al que pasee cerca, si paso yo fijo que entro.

Si se presta la ocasión me dejaré caer por aquí, aunque no aseguro nada el trekking y el mar me llaman demasiado, cuando regrese volveré a mi querido rincón ese que genera una imagen en mi cerebro con un sillón orejero de los de antes.

Por lo pronto dejo esto, ¿qué mejor que un tema playero para estos días? Para uno de esos momentitos en los que lo único que se debe hacer es disfrutar de una bebida y la buena compañía

Nos leemos !!

viernes, 3 de agosto de 2012

CELÍACOS Y AHORA ENCIMA NOS SUBEN EL IVA



 "Los celíacos exigen al gobierno que no suba el iva de la harina sin gluten"
  el economista.es

Tengo dos hijos celíacos, jope que fea es la palabra o sea que me gasto una pasta cada mes para comprar, pan, pasta, galletas, harina y derivados, y encima ahora van a subir el IVA, mecagüen.

Te crees que nunca puede ser peor incluso puedes llegar a pensar que ya lo tienes todo controlado y toma, te invitan a una comunión o una boda o te apuntas a una cena de tu club preferido, pues mejor no me pongo tacones porque fijo que me la pegaré con la puñetera realidad.

Así qué mejor manera de explicarlo que escribiendo una situación cualquiera, me la invento, voy a gritar de la forma que mejor me se expresar:

Un sábado cualquiera, bodas de plata, o de oro, o de… nada que les felicito, ja ja ja,  yo siempre aviso, a la que confirmo nuestra asistencia, que recuerden que mis hijos son celíacos. – Ningún problema Ana ya lo hemos comentado y como hay otra persona intolerante a la lactosa les encajarán el menú para ellos. – me responde mi tía. – Uy qué bien esta vez voy sin Tupper!!!


Oído cocina tres menús especiales, apagado o fuera de cobertura en este momento.

Llega la hora de la comida:

Doy un vistazo al menú del evento y… pues fijo que no comeréis lo mismo que el resto, me juego el cuello y no lo pierdo…

Mi tía se acerca y me comenta, - cariño no te preocupes que se lo he recordado infinidad de veces, está todo controlado, si es que es un cielo la mujer.


MENU
Croquetas de pollo (meeeec, error)
Calamares a la romana (meeeec, error)
Ensalada de queso de cabra con picatostes (toooma harina)
Canapés (de pan fijo)

Salmorejo (qué fácil es mantener la operación biquini)
Carne al horno (a vuestro gusto, me lo estoy inventando)

Pastel (mmm mis dudas…)

Vino, cava y refrescos (si solo hay esto hoy cogen una turca)

... nos sentamos a la mesa, preguntan por los raritos y ¡la primera en la frente! (a mi claro, por hablar) les plantan dos barras de pan sin gluten, se me va la fuerza por la boca.

- las cosas están cambiando – digo yo 

Angel prueba el pan y ya hay tema de si es comestible o no. Este es de lo mejorcito que hay, otros son puro serrín puaff!! – comenta mi hija Mar.

Empieza el desfile, platos y platos ¡Una de croquetas, una de picatostes y una de calamares! Y luego, canapé 1, canapé 2 y canapé 3… cuánta comida. A mis crías humanas que tienen menú especial seguro que se lo pondrán después.

- Paciencia., pienso yo.

Los minutos pasan, los invitados comen y comentan y yo miro y ellos esperan. Pasan más minutos y los platos se van vaciando, ellos siguen esperando y la de la lactosa también.

Llamo al camarero y le recuerdo que hay dos personas a las que no les han servido los platos, me ha fulminado con la mirada, pero si se lo he dicho con la mejor de mis sonrisas, espera que saque el Bulldog que llevo dentro.

Mi hermano me comenta - No me extraña que los celiacos se cabreen a la que salen de casa.

Toma debate, pero es que siempre pasa algo...

Se acerca el camarero (el resto ya ha acabado de comer, llevamos más de media hora y aún queda comida en la mesa, no por falta de hambre sino por la gran cantidad que han puesto) Corriendo les ponen unas verduras a la plancha, a Mar y a Lucas ya les gustan las verduras, pero el peque ha arrugado el morro aunque no lo duda y le mete el tenedor inmediatamente; si es que acompañado con hambre... a la de la lactosa le ponen los embutidos, ¡cómo no! tienen que retirar los embutidos y volver, después de esperar un buen rato otra de verduras para ella.

Mi tía ya se está poniendo de color morado, - no padezcas, aunque no logramos acostumbrarnos, esto pasa habitualmente.

El resto ya comemos el segundo. A los míos les plantan ¡¡carne rebozada!! ¡¡con dos cojones!! (perdón). Escoba en mano me levanto, le digo que hay un error al camarero, que ellos no puede comer eso y el camarero me dice que no pueden hacer la carne a la plancha. Ja, ja, ja me mondo a la de la lactosa la carne le ha caído con salsa (no apta) manda huevos.

Mi tía se levanta y venga otra con escoba intenta arreglar el tinglado.

Salmorejo. Ellos na de na y otra vez el camarero se acerca (fijo que está picao) y me dice que si les trae ya el segundo o esperan a los demás porque el Salmorejo no pueden. Grrrrr ya sé que no puedo gruñe Mar y deciden esperar a los demás. Toma puré de verduras para substituir, Lucas se está poniendo de color verde y no es por las verduras, está gracioso ja ja.

Carne al horno con no sé qué verduras (no los voy a engordar ni a tiros). Con la excusa de que lo han hecho de otra forma, el suyo está recalentado y frío.

¡¡¡Bien!!! Llega la tarta, el camarero (grrrr) me informa que no pueden comer la tarta (gracias majo) y que si quiero otra cosa. ¿Qué hay?, pregunto. Fruta, responde él. ¿Sólo fruta?, pregunta Mar. - Sólo - responde él (¡¡la madre que lo matriculó!!). Pues no queremos postre, mamá – ¿Hay helado? – pregunta Lucas, el camarero suspira y se va.

Unos segundos después, un trozo de mousse en sus platos, con ¡bizcocho por debajo! ¡ARRGGGG! ¡Noooooo! No me fío ni un pelo y no pienso preguntar ni investigar, retiro los platos.

Coletilla final, no dejaremos de compartir comidas, meriendas o cenas fuera de casa, me da igual que un camarero me conteste al informar que mis hijos no pueden consumir gluten, que – no, no, si leche no ponemos! – la leche, la leche, la mala leche que a mi se me pone al oírlo. Mi tía ficticia no falló clarísimo que no, el restaurante (no te comprometas e infórmate debidamente)

Y que sepáis que he escrito esto porque sólo faltó la noticia del SUBIDÓN DEL IVA, también para los productos sin gluten, raritos ellos y más pobres nosotros, será que me quieren arruinar para no dar más problemas en un restaurante, JA               JA                 Y MÁS JA.

jueves, 2 de agosto de 2012

PEINAS EL AIRE - LA CAJA DE PANDORA



Hace muy poquito un buen amigo me recordó este álbum de la Caja de Pandora.
Y ya me faltó tiempo… aquí faltaba alguien que al nacer hizo aún más deliciosa y plena mi vida. Le observo en silencio (Lucas), le veo crecer me doy cuenta de que las cosas que tenemos se hacen insignificantes cuando veo la pureza de sus ojos, la simplicidad de sus actos y la mirada caprichosa de aprender de todo lo que ve. Me aguanto la sonrisa cuando me mira de reojo a la que hace alguna trastada, quiere saber si le estoy mirando y qué le diré, en cuanto se cruzan nuestras miradas pone esa cara pícara con sonrisa ladeada, me lo como. Me gustan sus risas, sus silencios, sus sueños, sus cuentos, sus abrazos y sus enfados… de la cabeza a los pies y sí, es posible, te quiero cada día un poquito más, haces fácil lo que no es tan sencillo.

Este tema sonaba y aunque ya dejó de ser un bebé hay pocas canciones que describen el día en que llegó. Y llegaste al fin cuando asomaba el alba, y fue la más bonita madrugada. Y llegaste al fin con tu carita de ángel, no olvidaré lo que sentí al abrazarte...

WAITING ON THE WORLD TO CHANGE - SLOW DANCING IN A BURNING ROOM



http://youtu.be/oBIxScJ5rlY

http://youtu.be/V6HppOWNWcY

Qué poquito falta para poder desconectar y empezar esas deseadas vacaciones, así que lo único que me apetece es buena música, y como la carne es débil voy a por un valor seguro John Mayer, compositor americano sensible y minucioso que logra empastar la guitarra y su voz como si fueran una sola, como suena la melodía de hoy, pedazo de tema, me gusta muchísimo y la guitarra inmejorable, os aconsejo la versión que se marca en el Village Sesions es impresionante.

Y quién ha dicho que no se puede regalar música! Hoy se la dedico a Juanjo que me pidió que subiera algo para poder escuchar, desconectar y recargar, va por ti !!!

sábado, 28 de julio de 2012

REGALAR ENERGIA


http://www.dailymotion.com/video/xkrw0_feist-inside-and-out_music


No soy una experta en energías y no me estoy refiriendo a las renovables, no, en esta ocasión hablo de aquellas que transmitimos y nos transmiten. Mucho se ha hablado y ya hay verdaderos expertos en la materia que pueden rectificarme claro o incluso rebatir mis palabras, se acepta todo.

Pues bien, después de las disculpas a los profesores me lanzo a la piscina y esta vez sin flotador. Como siempre me ha interesado el tema estoy atenta a las sensaciones que me producen las diferentes personas que me rodean, me explico. Claro está que son mis teorías.

Tras estar con alguien acabamos con una sensación u otra en nuestro cuerpo y nuestro estado de ánimo. En ocasiones nos dejan muy animados, contentos y otras te quedas cansado o incluso desmotivado, no te lo explicas. Yo creo que intercambiamos energía, incluso puedes ser consciente pensando en ello, intentando transmitirla o podemos absorber la energía de otro. Lo habitual es no ser consciente de ello y depende de con quien estamos, de cómo somos y los sentimientos hacia esa persona.

Hay gente que por su carácter y personalidad son una gran fuente de energía que regalan motivación, vitalidad, optimismo y transmiten alegría y fortaleza. Creo que incluso pueden tener ese efecto revitalizante para quien lo necesite y generalmente regalan piel a piel grandes dosis de bienestar.

Tenemos también a los que yo llamo vampiros, te pueden dejar planchado, después de estar con ellas acabas agotado, decaído, yo más bien diría hecho polvo. Ellos están por los suelos y recogen sin medida autoestima y seguridad, agotador.

La tierra es una gran fuente de energía infinita, como decimos muchos después de unas vacaciones, qué bien estoy he cargado las pilas, cuando dormimos, cuando comemos, cuando abrazamos, cuando besamos todas esas situaciones recargan nuestras baterías.

Cada uno buscamos nuestra gasolinera personal, yo por ejemplo me descalzo en la playa y dejo que se intercambien las energías, podéis pensar que todo esto es una patraña, quizás tengáis toda la razón pero por el sólo hecho de realizar esta acción mi cuerpo y mi mente se siente fantásticamente bien y yo me quedo con ella. La conexión con la naturaleza revitaliza y refresca.

Hoy necesitaba hablar de energías y sensaciones y escribir estas líneas me ha recargado gratamente.

Ahora ya sabéis, los que creáis que tengo al menos un 10 % de razón a andar descalzos, a dejarse llevar y dosificar los regalos de energía. Ah! No se os olvide que los abrazos son gratis.

viernes, 27 de julio de 2012

ERA EL PROTAGONISTA Y ME SENTÍ OBSERVADOR DE LOS ACONTECIMIENTOS

Pasé una adolescencia, que cualquier padre definiría como conflictiva, bien pronto demostré que no me gustaba ni quería estudiar, empecé a relacionarme con gente que no preguntaba ni cuestionaba mi actitud pasota, chulesca y egoísta.
Hice locuras, locuras que no voy a contar, ahora no me siento orgulloso, no me preguntéis qué he sentido en su momento pero al recordarlas me siento lejano y extraño, como si hablara en tercera persona, como si fuera un simple observador de los acontecimientos y realmente formaba parte de ellos.
Al bajar del coche mi padre me miró unos segundos con cara de preocupación, las arrugas habían hecho mella en él, me sentí un poco culpable de su aspecto, de que hubiera envejecido, incluso de que cumpliera años. A su madurez yo no se lo había puesto nada fácil el alcohol y la coca habían alimentado mi puñetera jilipollez.

Entramos en el centro sin cruzar palabra, en la sala de espera colgaban sendos títulos de los especialistas que iban a tratarme, me temblaban las manos y hacía un rato que mi labio superior había decidido ir a su bola y no dejaba de contraerse y relajarse sin una sola orden mía, Roberto, el Dr. Roberto entró sin bata y le observé detenidamente, llevaba un pantalón de algodón claro y una camisa azul marino, no sabría definir qué edad tendría entonces pero parecía que acababa de salir de la facultad, hoy se que lleva muy bien los años. Alargó su mano y se presentó saludando primero a mi padre, yo permanecí al margen de la escena, a pesar de ser el protagonista principal de la película.  Mis marcadas ojeras y mi mirada ahora clavada en la ventana como si fuera lo más interesante del mundo demostró mi auténtico desinterés ante su presencia.


— Carlos... — Me llamó calmado. Le ignoré. — Carlos, mírame he de explicarte algo.

Mi cabeza giró y dirigí mis ojos fijos a un punto indeterminado sobre su cabeza. Su pose demostraba seguridad, no demostraba ni el menor rastro de reparo, la mía era de hastío y desinterés, entonces yo creía que no tenía remedio, mi vida era una auténtica mierda.

— Carlos, vamos a ingresarte, aquí estarás muchísimo mejor y será más fácil tu desintoxicación. La semana pasada te pedí que en unas líneas me escribieses, que te expresaras, que me contaras qué te pasó, le tendí mi mano sin ganas y le entregué un papel arrugado — Lo miró, me miró y suspiró, releyó las líneas antes de volver a levantar la cabeza. — Sé que no va a ser fácil, pero primero has de querer tu, has de querer que yo te ayude.

— Se que no quieres hablar de ello de lo que tú llamas tu vida. — Yo ni siquiera demostré que le escuchaba. — Tienes que creértelo, estando aquí, si tu te esfuerzas conseguirás tener una vida normal, y aquí estamos para ayudarte. El paisaje que se veía por la ventana me tenía hipnotizado, mi padre y él cruzaron la mirada..

— Carlos...

— Yo no puedo curarme. — Ven te acompañaré a tu habitación.

Y entonces, al entrar en la habitación sonreí, ahí noté la liberación de mi padre, de mi vida, de los que hasta la fecha había considerado mis amigos, de mis adicciones… me encogí de hombros y giré en redondo observando mi nuevo espacio vital.

Me acompañaron a un despacho donde me esperaba Roberto, ahora sí bajo una bata blanca, sentado al otro lado de una mesa pulcra y sin demasiados adornos, me invitó a sentarme frente a él, fue entonces cuando sentí como se rompía mi cuerpo en mil pedazos, jodido síndrome de abstinencia, temblaba como una hoja antes de desprenderse de la rama. – Tendrás que aprender a convivir durante un tiempo con esto, intentaré suministrarte algo para que puedas conllevarlo mejor, pero ahora tienes aprender a enfrentarte a tu cuerpo. De un saldo me levanté, de mi garganta salió un alarido, de mis ojos estallaron lágrimas y mis brazos no dejaban de arrasar con todo lo poco que encontraba, Roberto se levantó y apoyando sus manos sobre la mesa mi miró y alzando la voz de entre mis aullidos me provocó.

— ¡Grita! ¡Grita más fuerte! ¿No puedes gritar más?
— ¿Sientes rabia? ¿estás furioso?
— Debes hacerlo más fuerte.¡Vamos, grita! ¿Qué sientes?
— ¡Nada, quiero irme de aquí!
— ¿Sólo eso?
— ¡Debilidad!
— ¿Y qué más?
— ¡Dolor! ¡Impotencia!
— ¡Vamos, que lo puedes hacer mejor! ¿Qué sientes?
— ¡Odio! ¡Voy a explotar! – Me dejé caer sobre la silla, completamente sudado seguía temblando, me había mordido la lengua y la sangre había manchado la camiseta, pasé mi manga por la boca y me limpié. – Necesito que me des algo esto es insoportable
— Mucho mejor ahora. ¿Cómo estás?
— Vacío, despedazado…
— Este es el comienzo...