regalo de alguien que sí estuvo allí.... |
Mando Diao - If I don't live today then I might be here tomorrow
Empezaba a anochecer y la sensación de humedad era brutal,
qué frío hacía. Típico de una noche otoñal en Londres, gris, con una densa
niebla que casi no dejaba ver a los pocos transeúntes que quedaban en las
oscuras calles de la ciudad. Solamente se veían centellear algunas luces en las
ventanas de Shoreditch, eso y el sonido
de los cierres de los comercios al acabar su jornada laboral.
No se porque razón, Londres es una de esas ciudades que
cuando se retira a dormir algunas de sus librerías siguen abiertas, como si los
horarios comerciales no fueran con ellas. Mi paseo nocturno tenía un destino
definido, buscaba un libro, especial y único, por eso dudaba que realmente
pudiera encontrarlo, buscaba, ojeaba, miraba esperando verlo… pero cómo iba yo
a encontrar algo que desconocía, ni trama, ni autor, solo sabía que deseaba
encontrar mi libro.
Vi una librería y algo extrañada entré, no la recordaba,
minúscula y a rebosar de libros, no vi a nadie, claro todo el mundo estaba
recogido en sus casas, al fondo tras una pequeña mesa roñosa había una mujer de
pelo cano que levantó la cabeza y me hizo un gesto a modo de saludo, yo incliné
la cabeza. Husmeé las estanterías, las montañas de libros sin orden, ajados y
llenos de polvo, recordé “Los libros luciérnaga” y me sonreí. ¿Se puede saber
qué buscas Ana? – me pregunté – Y yo que sé…
Noté una presencia en el cogote y dí un respingo, ahí estaba
la mujer que me preguntó :
- ¿Qué libro busca?
- Pues sinceramente, no lo sé – le respondí
- Quizás no sepas explicármelo pero tienes clarísimo qué
quieres niña – toma piropo
- Pues verá busco un libro, en cuanto lo vea y lo abra sabré
rápidamente que es el mío.
La mujer arqueó un poco las cejas y vi que sus ojos eran
preciosos, realmente no era tan mayor como yo pensé al principio. Me cogió de
la mano y me dijo:
- Sígueme.
Me hizo subir a la primera planta que estaba a oscuras y
encendió una pequeña luz que lo único que provocó fue un ambiente de penumbra y
sombras repleta de más montañas de libros, dudé que allí pudiera encontrar el
libro, aunque seguían retumbando en mis oídos las palabras de la mujer – tienes
claro lo que quieres…
Sorprendida por la seguridad de búsqueda, cogió un libro
grueso, con una simple encuadernación en color verde oscuro y me lo acercó, no
tenía título, ni autor, - toma éste es. No puedo negar que estas situaciones no
me molan mucho, me descolocan y con este ambiente algo fantasmagórico las
piernas temblaban a su bola, cogí el libro y al ir a abrirlo puso su mano sobre
las tapas para impedírmelo. – No, ahora no, eso a solas que para eso es
especial y no puede leerse de cualquier manera.
Con el corazón saliéndome por la boca y las manos sudorosas,
volvimos a la mesa mostrador y me envolvió el libro con papel de periódico,
todo hacía conjunto. Lo dispuso en mis manos y me dijo:
- Bien, ahora ya lo
tienes, sólo falta que tu lo acabes – me dijo
- ¿Cómo dice? – le respondí aturdida
- Las primeras líneas ya las tienes, ahora debes sumergirte
y acábalo - me atropelló.
- No la entiendo, ¿se refiere a que yo lo escriba? – le
pregunté
- ¿No era eso lo que buscabas? - insistió
- Pero…, si, algo escribo, pero un libro de principio a fin
no se si soy capaz de hacerlo. Y además yo buscaba un libro para leerlo –
contesté
- Buscabas “Tu libro”, no cualquier libro y ahí lo tienes.
Sin dejar que se lo abonara unos minutos más tardes me perdí
entre la niebla de Londres, entré en mi apartamento y soltando la chaqueta de
cualquier manera, entré en la cocina y sentada en la mesa abrí el libro, así empezaba…
¡No, no puede ser!
Otra vez llego tarde.
Mario me va a matar.
Mario es mi mejor
amigo, le conozco desde que empezamos la escuela primaria. Vivía a dos calles
de mi casa y desde que empezamos a ir solos al cole, no nos hemos separado.
Ha aguantado todos mis
amores y desamores de adolescencia, ha hecho de kleenex. Sólo le faltaba
limpiarme los mocos. No le gustaban los chicos de los que me enamoraba o con
los que me enrollaba y ahí estaba sermoneándome, entre uno y otro.
Alucinando y pálida pequé un grito, esas son las primeras
frases que escribí cuando hace unos años me propuse escribir un libro…
lO QUE YO TE DIGA !!!!, PIEL DE GALLINA!!!!, UNOS DE LOS MINIRELATOS QUE MÁS ME HA ENCANTADO. PRIMERAS FRASES DE ESE LIBRO RAÍDO FASCINANTES, MARIO y GABI TENÍAN QUE SER!!!!. VIVO REFLEJO DE LO QUE TE SUCEDERÁ EN UN FUTURO ANA. ALUCINARÁS CUANDO LEAS TU PROPIO LIBRO !!!.
ResponderEliminarMUAKS ITA.
Ojalá, cómo me gustaría el sueño realizado, ya veremos... de momento gracias guapa, estoy encantada que te haya gustado tanto. Un besazo
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ResponderEliminarMuchas gracias anónimo.
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